Restaurante Casablanca - León, León

Victor T.

Un lugar muy bien cuidado por dentro, muy buena comida, muy buenos precios, se agradece el no salir oliendo a comida, de ambiente no pongo 5 porque al ser pequeña la zona de comedor por la acumulación de gente hay bastante ruido, muy muy bien en general.

Dani P.

Local amplio y limpio.
Pedí ensalada cesar (por 11,5€) de la que destaco el pollo rebozado, aunque un un poco escasa la ensalada y de postre la tarta de la abuela (por 5,50€), de la que sobraba la bola de helado, que no me gustó nada, pero la tarta en si estaba muy rica.

Maroa G.

Local muy bonito ambientado en el mundo cinematográfico. El personal es muy amable y atento.
Respecto a la comida, pedimos tacos, unas pizzas y postres. Estaba muy bueno, calidad precio bastante bien. Una pizza normal y corriente.
Lo único que no nos gustó nada fue la pizza de kebab, no sabía a kebab y tenia un sabor muy malo y extraño. Todos los comensales (7 personas) lo probaron y opinaron lo mismo…
Por lo demás, un restaurante bonito, personal amable y pizzas ricas pero como en cualquier otro sitio.

Laura R.

La comida está muy buena y el ambiente es agradable. El problema vino cuando pedí un postre con helado de mango y me sirven dicho postre con helado de vainilla con frutos secos. Eso fue lo que me dijo el camarero cuando le pregunté por el helado que había en el plato. Le dije que me daban alergia algunos frutos secos y que no me podía comer ese helado. Se dio la vuelta y se fue. Ya que me había ignorado, cuando fui a pagar se lo comenté a la compañera para que lo dijera en cocina, y que no vuelva a pasar. ¿Qué hubiera ocurrido si yo no hubiera preguntado de qué es el helado y me lo hubiera comido?

Diego G. M.

¡Una joya gastronómica! Si lo que buscan es experimentar la verdadera anti-cocina, este es el lugar. Empezamos con unos nachos fríos que lograron lo imposible: ser más duros que las opiniones de mi suegra y tan fríos que pensé que me los habían sacado directamente del Ártico. Ideales para un picnic invernal, supongo.

Luego, la lasaña… ¡ah, la lasaña! Perfectamente quemada por fuera, un bloque de cemento en llamas; y por dentro, un misterio sin resolver: ¿comida o carbón? Aún no lo tengo claro.

Por no hablar de los espaguetis a la carbonara con nata. Nota mental: siempre había oído que la carbonara no lleva nata, pero claro, aquí han decidido reinterpretar la receta con una salsita tan mediocre que no sé si era nata o si me estaban trolleando en la cocina.

Y para rematar la experiencia, las croquetas. Doraditas por fuera pero con un interior digno de un documental sobre amebas: crudas, pastosas y con un toque de ‘te la juegas’ en cada bocado.

Por lo menos resaltar la rapidez del servicio, digna del R25 de Fernando Alonso! Tan sólo una hora de espera por la comida.

En resumen, ideal para aquellos que disfrutan de la cocina experimental… si es que el experimento es ‘¿cuánto tiempo puedes sobrevivir sin buena comida?’

Jara D. S.

Comedor bonito y tranquilo, los entrantes nos parecieron muy buenos y la comida en general también, a excepción de las carnes ,que no nos parecieron de la calidad que esperábamos, la tarta de queso nos dejó indiferente frente al resto de postres.

Lyandra V.

Hemos pedido dos hamburguesas de este restaurante, se llaman hamburguesas preñadas pero la masa que envuelve la hamburguesa estaba totalmente cruda,apenas se diferencia del queso fundido pero el sabor lo delata y al apartar un poco de queso también,no volveremos a pedir,hace mucho que este restaurante no es lo que era.

Lucia L.

Habíamos ido a comer en ocasiones anteriores y todo bien. Pero hoy al tomar algo, la chica que nos atendió no puso ni tapa, tuvimos que pedirla. El agua del tiempo estaba caliente y al pedirle el cambio nos daba de la nevera. Al pedir del cambio a una no fría ni caliente nos dio la primera que estaba como el caldo. Y para colmo la vuelta del cobro la teníamos delante nuestro y no habiendo pasado un minuto desde que nos la dio; la cogió y la echó al bote de propinas…. Malas sensaciones…